Bad Bunny terminó su residencia en Puerto Rico en medio de un clima de tensión que pocos imaginaron. Durante sus shows en el Coliseo José Miguel Agrelot de San Juan, surgió una amenaza de muerte que obligó a reforzar la seguridad y a pedir intervención federal. El episodio salió a la luz por las declaraciones del periodista Jay Fonseca.
Según el comunicador, la alerta se originó en redes sociales. “Había una credible death threat, o sea, la alerta era mayor porque había un sujeto en redes sociales escribiendo que iba a matar a Bad Bunny”, contó Fonseca en su pódcast. Esa situación encendió alarmas y movilizó a distintas agencias, entre ellas el FBI.
La residencia del artista fue un éxito de convocatoria, con más de 30 presentaciones, pero también estuvo marcada por la preocupación de la