El de Romain Grosjean fue el último gran accidente de una Fórmula 1 cada vez más segura. De hecho, su supervivencia solo la explica el gran avance en seguridad en la categoría donde las muertes fueron habituales cada fin de semana en sus primeros 40 años. Hace un lustro, en el GP de Bahréin 2020 , el piloto francés que corría con Haas se estrelló contra las barreras en la primera vuelta, su auto quedó envuelto en las llamas y logró salir con apenas unas quemaduras en las manos. Sin embargo, esa lesión le impidió completar su última temporada en la F1, un capítulo que finalmente logró cerrar este viernes, en el circuito italiano de Mugello y con un coche 2023 de la escudería estadounidense.
Grosjean participó de un evento de Prueba de Autos Anteriores (TPC) , los mismos que hacía