Hasta las elecciones autonómicas entramos en temporadas de rebajas, de otoño, invierno y primavera. Juan Manuel Moreno lo quiere todo. No conforme con la amplia mayoría absoluta que le auguran las encuestas, quiere que le voten hasta perros y gatos. Por persona interpuesta, se entiende. Esto ya lo ensayó con éxito Donald Trump en septiembre del año pasado en vísperas de las elecciones norteamericanas. El equipo de márquetin de Moreno, probablemente el más importante departamento de la Junta de Andalucía, bebe en todas las fuentes. Aunque hay que reconocer que Juanma lo hace, como todo en él, más elegante.
El candidato Trump hace un año acusó a los inmigrantes haitianos de comerse los gatos de Springfield, Ohio. Era mentira, pero funcionó, y amplió el bulo: cazaban mascotas de toda la gent