Arturo Carreón Soto tiene 95 años, en diciembre cumplirá 96. Es padre de ocho hijos, abuelo de 27 nietos y bisabuelo de 24 bisnietos. Desde hace dos décadas mantiene un hábito inquebrantable: todos los días lee El Siglo de Durango.
“Me gusta mucho leerlo, me siento informado y tengo de qué platicar con mis nietos”, comenta el casi centenario con una sonrisa.
Nació el 18 de diciembre de 1929 en la antigua Hacienda Bolsa de Fierro, en el municipio de Nombre de Dios, colindante con Vicente Guerrero.
Recuerda que, al terminar el cuarto año de primaria, lo sacaron de la escuela para trabajar en el arado y cuidar vacas. Con nostalgia relata cómo nació el poblado Revolución Social, donde transcurrieron su infancia y juventud.
Tras el reparto agrario de 1936, sus padres recibieron tierra