Las últimas actualizaciones tecnológicas han permitido que relojes y otros dispositivos inteligentes monitoreen señales vitales con mayor precisión, identificando riesgos de salud incluso antes de que se manifiesten síntomas.

Un ejemplo destacado es el uso de IA en relojes que analizan ritmo cardiaco, variabilidad, oxígeno en sangre y actividad física para detectar posibles hipertensiones tempranas o anomalías, alertando al usuario para consultar a un médico en tiempo.

Estos dispositivos aprovechan modelos entrenados con vastas bases de datos anónimas, para aprender patrones sutiles que escapan al ojo humano o métodos tradicionales. Así logran detectar señales que antes solo se veían con equipos profesionales.

No obstante, los fabricantes tienen que equilibrar precisión con cons

See Full Page