Horas antes -a pocas calles de ahí- atraparon a dos malogrados delincuentes que habían ingresado a otro domicilio del mismo barrio mientras sus habitantes se encontraban durmiendo (ver aparte).
El empleado policial se encontraba prestando servicio en la comisaría Tercera, una dependencia situada en la zona oeste de la ciudad, cuando los ladrones le saquearon su domicilio particular.
Ahí los delincuentes entraron abrieron una puerta a patadas y se apoderaron -entre otras cosas- de un «Smart TV» de 32 pulgadas, 70 mil pesos, dos ollas de costosa adquisición y una máquina de cortar cabello con sus respectivos accesorios, que se habrían llevado en un auto que les sirvió de apoyo logístico.
El hecho ocurrió en jurisdicción de la Seccional Segunda, en calle Benito Fernández.