En Alacón , un pequeño municipio de la comarca turolense de Andorra-Sierra de Arcos, las paredes hablan. Y lo hacen con un eco que viene de hace más de 7.000 mil años. El visitante que recorra sus calles desde este mes de septiembre se encontrará con una galería al aire libre de diez murales de gran tamaño que reproducen las milenarias pinturas rupestres que atesora el barranco Mortero . Un viaje al origen de la memoria colectiva que, gracias al arte urbano y a la inclusión, se abre ahora a todos los públicos.
La iniciativa, bautizada como ‘Alacón Rupestre Inclusivo’, ha sido impulsada por la comarca Andorra-Sierra de Arcos y el ayuntamiento de la localidad, con financiación de los fondos europeas a través del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino . El proyecto no se limita a