Buenos Aires tiene cada vez más autos, más edificios, más habitantes. Y más fósiles. En este escenario urbano lleno de cemento, los paleontólogos descubren día a día nuevos vestigios de animales que poblaron el mundo hace millones de años, a punto tal que ya estiman que sólo en el casco histórico hay más de 200 sitios públicos con presencia de fósiles contemporáneos de los dinosaurios .
“La ciudad es un museo a cielo abierto de fósiles y comprobamos que está a la altura de muchas capitales europeas en materia de patrimonio urbano de este tipo de piezas”, dice Darío Lazo, profesor de Paleontología en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA e investigador del Conicet.
Lazo y su colega Horacio Padula elaboraron una base de datos en la que desde hace años vuelcan cada nuevo hallazgo, no