Con cada caída, llave y ovación, la lucha libre femenil gana terreno en México, mostrando en diferentes arenas a los aficionados de todo el mundo el enorme talento de las gladiadoras mexicanas.

El trayecto que ha permitido, en los últimos años, ver a las estetas protagonizar carteleras no ha sido nada fácil, al encontrarse con múltiples barreras sociales y culturales. “La lucha libre femenil ha tenido una gran evolución. Estamos agradecidas con la afición que pedía un mejor lugar para nuestra división. Yo debuté en 2008 y en esa época nos programaban cada dos meses. Estábamos limitadas y había mucho machismo. Se nos han abierto muchas puertas”, compartió Lluvia, referente de la categoría en el Consejo Mundial de Lucha Libre.

La hija del histórico Sangre Chicana, quien comenzó en el pancr

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