En la misma semana en la que el mundo del cine ha despedido a toda una leyenda como Robert Redford , las lágrimas se han visto en gran medida apagadas por el regreso de uno de los grandes cineastas actuales, Paul Thomas Anderson. Y es una casualidad porque Redford fue la cara de una de las épocas más contestatarias, libres y llenas de ideas para el cine como fueron los 70, un cine en el que se ha querido fijar Anderson para su última película: Una batalla tras otra .
El director de títulos como Magnolia, Pozos de ambición o El hilo invisible se había caracterizado siempre por un gusto muy particular por el cine de aquella época. Al fin y al cabo, creció en la California de los 70 mientras su padre era actor, humorista y productor, y siempre ha reconocido la influencia de