El estadounidense Tim Andrews sufrió una falla total de sus riñones hace dos años y pasó a depender de diálisis y a enfrentar complicaciones como fatiga y una úlcera en el pie por diabetes.

En enero pasado, el hombre, de 66 años, dio su consentimiento para recibir un trasplante de riñón de un cerdo modificado genéticamente . Aún vive.

El caso de Andrews es una muestra del cambio que está dando el campo de la investigación en xenotrasplantes , los trasplantes de órganos o tejidos de animales a personas.

¿Podrían ser intervenciones seguras y con acceso masivo en los próximos diez años? Expertos respondieron a Infobae que la posibilidad sí existe, pero se deberán sortear antes algunos obstáculos.

Científicos de los Estados Unidos publicaron una revisión en

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