En el corazón de Arjona, Bolívar, entre sus calles antiguas y noches silenciosas, vive una leyenda que ha cruzado generaciones: el Ánima Sola, un alma en pena que vaga por la oscuridad, clamando por redención.
Cuentan los viejos del pueblo que esta ánima no es única de Arjona, pues su presencia se siente en todo el departamento, aunque aquí su historia tiene un matiz especial. Algunos dicen que fue una mujer que vivió de espaldas a Dios, entregada al pecado y al egoísmo. Otros aseguran que fue una novia que murió trágicamente la noche antes de su boda, víctima de una traición, condenada a vagar por siempre vestida de blanco.
Años atrás, cuando muchos arjoneros trabajaban como taxistas nocturnos en Cartagena, era común que regresaran a casa entre la medianoche y la una de la madrugada. Pe