J on Rahm tiene unas manos de genio. Lo ha demostrado durante la tercera sesión de la Ryder Cup, los foursome (golpes alternos) del sábado en el hoyo 8, el segundo par 3 del Bethpage Black.
El tiro de Tyrrell Hatton, su compañero en el partido que les enfrentaba a Xander Schauffele y Patrick Cantley , se habia quedado en el borde de un bunker, lo que exigía un golpe dificilísimo. El de Barrika tenía que jugarlo con los pies dentro del bunker, agarrando el palo más corto y que la bola saliera de una hierba algo molesta. Salvar el par ya era una hazaña.
El campeón español, siguiendo la tradición de las 'spanish hands' (manos españolas) que alimentó el juego de Seve Ballesteros y José María Olazábal especialmente, jugó el golpe con una maestría sublime, la bola rodó directa al hoyo y se