La jornada fue de alarma en varias regiones de Venezuela, donde se registraron cerca de veinte movimientos telúricos en cuestión de horas, generando temor entre la población y dejando daños visibles en viviendas y estructuras.
Los temblores, de distintas magnitudes, se sintieron principalmente en estados del occidente y centro del país. Vecinos reportaron grietas en casas, caída de techos livianos y el colapso de algunas paredes, especialmente en construcciones antiguas. En varias comunidades, la gente pasó la noche en las calles por miedo a réplicas más fuertes.
La actividad sísmica provocó también interrupciones en el transporte público y cortes temporales de energía eléctrica en algunas zonas. Comercios y oficinas detuvieron sus labores ante la incertidumbre, mientras que las clases f