La captura de Erick Luis Moreno Hernández, conocido como 'Monstruo', ha desatado una controversia entre Paraguay y Perú. Moreno, presunto líder de la organización criminal 'Los Injertos del Norte', fue detenido el 24 de septiembre en San Lorenzo, Paraguay. Desde entonces, su situación judicial ha generado tensiones diplomáticas.
Las autoridades paraguayas han decidido no entregar a Perú los cuatro teléfonos celulares incautados durante la captura. Según el periodista Iván Leguizamón, esta decisión se basa en la desconfianza hacia la Policía Nacional del Perú (PNP) por posibles filtraciones de información. "Paraguay se niega a entregar a Perú los celulares incautados. La extracción de datos de los teléfonos se haría en Asunción y solo el resultado se enviaría a Lima", afirmó Leguizamón en su cuenta de X.
Moreno fue arrestado en una operación secreta que involucró a solo tres agentes para evitar filtraciones. Tras su captura, lanzó acusaciones de corrupción contra la policía peruana, mencionando a sus enemigos en el país. El general peruano Víctor Zanabria contradijo al ministro de Justicia, Juan José Santiváñez, quien había afirmado que existían policías que protegían a Moreno. Zanabria aclaró que el caso sigue bajo investigación.
El 'Monstruo' enfrenta dos procesos en Paraguay y se encuentra bajo prisión preventiva en un penal de máxima seguridad. La Dirección de Establecimientos Penitenciarios confirmó que vestirá un uniforme rojo, reservado para internos de alta peligrosidad. Los celulares incautados son considerados cruciales para las investigaciones sobre extorsiones y otros delitos en Perú.
El ministro del Interior de Perú, Carlos Malaver, destacó la importancia de estos dispositivos para identificar a otros implicados en la organización criminal. Sin embargo, la desconfianza ha llevado a las autoridades paraguayas a optar por realizar el análisis de los datos en Asunción.
El comisario Marcelino Espinoza, director de Investigación de Hechos Punibles de la Policía de Paraguay, reveló que la DEA participó en la captura de Moreno sin informar a las autoridades peruanas, debido a la desconfianza por posibles filtraciones. A pesar de la colaboración, se ha señalado que no hubo policías peruanos involucrados en la operación.
La situación sigue siendo delicada, y las autoridades de ambos países están en constante comunicación para resolver el conflicto sobre la entrega de los celulares y la información que estos podrían contener.