Bill Gates , cofundador de Microsoft y reconocido filántropo, reconoció en su último libro autobiográfico que tenía tendencia a la procrastinación. Sin embargo, tras trabajar con empresas japonesas, esta situación cambió radicalmente.
Gates explicó que la relación con compañías japonesas fue determinante en la transformación de sus hábitos. Estas organizaciones, famosas por su disciplina y su estricta gestión de los plazos, no permitían retrasos de ningún tipo.
“Entre los primeros clientes de Microsoft había empresas japonesas tan metódicas que, si nos retrasábamos un minuto respecto a la programación, enviaban a alguien en avión para que nos vigilara, como si fuéramos niños. Sabían perfectamente que su hombre no podía ayudarnos en nada, pero permanecía en nuestra oficina dieci