La acción que probablemente decantó el devenir del derbi madrileño fue el 3-2 que anotó Julián Álvarez después de que el árbitro Alberola Rojas decretase penalti de Arda Güler sobre Nico González. El turco despejó el balón antes de que la cabeza del futbolista del Atlético impactase con su bota , pero el colegiado que fue uno de los pagadores de los cursos de coaching de Negreira Jr., interpretó que el centrocampista del Real Madrid había cometido la pena máxima.

Ni libre indirecto ni un visionado en el VAR . La jugada era rapidísima, eléctrica, pero Alberola Rojas ya había tomado su decisión de sancionar pena máxima contra el Real Madrid . El colegiado tomó una serie de decisiones dudosas a lo largo del partido perdonando dos rojas al Atlético, pero esta fue, a la postr

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