“Con la venia, me retiro”. Pablo Muñoz tituló así su columna de despedida el último domingo de agosto . Me invadió una sensación de orfandad tras firmar en la misma página semanal, sin descanso veraniego, durante casi tres años. Vecinos en la edición impresa desde el 6 de noviembre de 2022. No fue un compañero más con coincidencia en etapas más o menos dilatadas. Pablo, formado en Lovaina (Bélgica) en Ciencias Políticas y Comunicación, fue el promotor de mi artículo de opinión hace casi un cuarto de siglo.
Una tarde sonó el teléfono en mi mesa de trabajo radiofónico, se presentó y quedamos para un encuentro personal en el café Iruña . Conocía mi desempeño profesional en mi programa vespertino, que incluía un comentario político o social y una entrevista en profundidad. Antes de llama