La construcción de un aula en la escuela primaria David G. Berlanga, ubicada en Bella Unión, Coahuila, ha sido detenida por segunda vez debido al hallazgo de un túnel subterráneo. Este descubrimiento se produjo durante la excavación para la cimentación de la nueva aula, cuando los trabajadores encontraron una estructura semicircular en buen estado de conservación. Eduardo Hernández, director del plantel, confirmó que el hallazgo ocurrió hace unos días y que se distingue lo que podría ser el acceso a un túnel.

Los relatos de la comunidad vinculan estos túneles con la familia Purcell, quienes, según testimonios, los habrían construido en la década de 1930. Las hijas de Guillermo Purcell, un empresario irlandés, utilizaban estos pasadizos para impartir clases a los hijos de los trabajadores de la antigua fábrica de hilados y tejidos, propiedad de su padre. Esta fábrica fue adquirida en 1889 por Dámaso Rodríguez Sánchez y sus socios, incluyendo a Guillermo Purcell.

María del Rosario Treviño, una vecina de la comunidad, recordó que su padre le contaba que el túnel conectaba la escuela con la fábrica, donde también se encontraba la casa de los Purcell. Ella mencionó que esta historia ha sido transmitida de generación en generación. Además, relató que hace aproximadamente 30 años, sus hijos exploraban el túnel, accediendo a él desde un hueco cercano a la escuela.

Martha Leticia Cázares Martínez, otra residente de la zona, también compartió su experiencia. Su familia ha vivido en el área por generaciones y recordó que el terreno donde ahora se ubica la escuela era anteriormente su hogar. Según sus abuelos, los túneles fueron construidos por las hermanas Purcell para ofrecer educación clandestina a aquellos que no sabían leer ni escribir, en un contexto donde no se permitía la enseñanza abierta.

"Lo que nos contaban mis abuelos es que esos túneles los habían hecho cuando llegaron las señoritas Purcell, que fundaron la fábrica. Quisieron darles estudio a los niños, pero el gobierno se oponía a que enseñaran", explicó Cázares Martínez.

A pesar de los relatos comunitarios, historiadores como Carlos Recio no han encontrado documentación que confirme la existencia o uso de estos túneles. Recio mencionó que, aunque hubo escuelas católicas clandestinas en Saltillo durante la Guerra Cristera, no hay evidencia de que las señoritas Purcell estuvieran involucradas en actividades contra el gobierno en ese periodo.

Enrique Hernández, autor de un libro sobre la familia Purcell, también indicó que su padre trabajó para Guillermo Purcell, pero nunca mencionó la existencia de túneles. Sin embargo, destacó la generosidad de las hermanas Purcell hacia los hijos de los trabajadores, quienes recibían útiles escolares y apoyo constante de la familia, actividades que cesaron tras su fallecimiento en las décadas de 1960 y 1970.