E n una tarde donde el ambiente festivo y distraído de la Ryder Cup, ruidoso que no molesto , fue sustituido por la bronca, Europa acaricia la reválida en Bethpage. La cuarta jornada, los segundos fourballs (mejor bola) se cerraron con otra victoria parcial del equipo de Luke Donald, que ha dominado todas las sesiones como hicieron en K Club, en Irlanda, en 2006. Incluída la infernal que se vivió en las tandas vespertinas, cuando los cubos de basura rebosaban latas de cerveza y el alcohol abochornó al golf
Lo sufrieron todos, pero especialmente Rory McIlroy, que es la diana favorita de los estadounidenses en cada edición. No sólo fueron los abucheos, fueron las ganas de ir a molestar. En el hoyo 6 se plantó y se negó a patear hasta que el público no se callase. Venía cargando desde el