El triple crimen de Florencio Varela, en provincia de Buenos Aires, no debe ser considerado un simple hecho policial. El atroz asesinato de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez tiene las características de un acto de exhibicionismo de terror narco, que expone la crueldad del crimen organizado y la vulnerabilidad extrema de jóvenes en ciertas zonas de nuestro país.
El hallazgo de los cuerpos torturados y la revelación de que los homicidios fueron transmitidos en vivo por redes sociales para un grupo cerrado confirman el empleo del horror como un mensaje aleccionador del narcotráfico.
Se presume que este triple crimen no sólo buscaba una venganza por el supuesto robo de droga, sino que también pretendía sembrar el miedo en sus propias redes y en el territorio que la banda dom