Una buena postura corporal es fundamental para mejorar la salud y la calidad de vida. Mantener el cuerpo alineado correctamente puede prevenir dolores, aumentar la energía y mejorar funciones vitales como la respiración y la digestión. Una postura adecuada, aumentará el bienestar general a largo plazo.
Una postura correcta distribuye el peso del cuerpo de manera uniforme, lo que reduce la tensión en los músculos, articulaciones y ligamentos. Esto se traduce en menos dolor de espalda, cuello y hombros, mayor flexibilidad y una menor probabilidad de sufrir lesiones. Una postura erguida permite respirar más profundamente, ya que los pulmones pueden expandirse por completo. Además, puede influir en la confianza y estado de ánimo, una buena postura nos hace sentir y ver más seguros.
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