Tus dientes no son los únicos que necesitan limpieza y atención.
Durante años, me he cepillado los dientes con demasiado afán, como si estuviera quitando percebes del casco de un barco.
Exagero porque quiero evitar las caries o, peor aún, . Pero resulta que mis encías están pagando el precio de mi cepillado entusiasta.
Este contenido es exclusivo para suscriptores
Para leer esta nota, tenemos un plan especial para ti .
Vive los beneficios de ser suscriptor.
Infórmate con calidad.
Hasta 40% de descuento en tu suscripción.
Por tiempo limitado: Edición de aniversario.
Si ya tienes una suscripción, solo inicia sesión .
Semestral digital "100 años"
$349 $100
$100 al suscribirse, después $349 cada 6 meses
¿Que obtienes?
Edición impresa en digital
Acceso ilimitado en sitio