Hay quien quiere presentar a Juan Ayuso como un ciclista díscolo, alguien que se dejó arrastrar por la tormenta de un adiós abrupto al UAE Team Emirates . Pero basta con escucharle en Kigali, a 48 horas del Mundial, para comprender que la realidad es mucho más compleja y, sobre todo, más justa con él. Ayuso no huye: elige. Y hacerlo con 23 años, tras haber sido cortejado por media docena de equipos y habiendo tenido sobre la mesa una propuesta de renovación hasta 2030, habla más de convicción que de capricho.

Su confesión de que el UAE quiso renovarle desmonta el relato interesado de que lo “echaban” o de que había quedado en entredicho. Si Gianetti y compañía realmente hubieran perdido la fe en él, ¿le habrían ofrecido ampliar su contrato hasta 2030 a inicios de este mismo año? L

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