La domesticación de la naturaleza es un proceso que comenzó hace más de 10 mil años, en la que los homínidos fueron seleccionando las plantas y los animales que mejor se adaptaban a los requerimientos energéticos y al ecosistema en el que se asentaban en pequeños grupos.
De los miles de vegetales que había en la naturaleza, solo un puñado fue seleccionado para abastecer de recursos a las poblaciones y a los imperios que empezaron a crecer en este proceso de sedentarización.
Muchos vegetales quedaron al margen por no tener interés o por la desidia en conocer sus propiedades.
Entre estos seres, están las algas, un inmenso, inexplorado y poco conocido mundo vegetal que habita en mares, lagos y ríos en cientos de formas diferentes proponiendo secretamente no solo un universo fabuloso para l