La semilibertad con apellido Escárcega es el enésimo escándalo del renovado Poder Judicial del Estado, en menos de un mes de funciones, luego de una reforma que simuló la elección democrática de juzgadores y atropelló a su paso a quienes tenían una vida hecha en el aparato de justicia.
El caso de Edgar Herman, hermano de la magistrada, Nancy Josefina Escárcega Valenzuela, no es uno más en el anecdotario judicial de Chihuahua. Se trata de un sentenciado por secuestro, con dos causas distintas, tres víctimas y condenas acumuladas hasta el 2057, que goza de un insólito privilegio.
El sentenciado, como si fuera nomás secuestrador de fin de semana, ahora entra al penal los viernes por la noche y sale los domingos, así hasta 2050, gracias a una resolución de Juan Carlos Erives Fuentes, juez de