Carlos Alcaraz se metió en las semifinales del ATP 500 de Tokio después de vencer con mucha solvencia a Brandon Nakashima . El golpe que marcó la diferencia en ese partido fue la derecha del español, con la que consiguió 25 ganadores y con la que desbordó una y otra vez a su rival.
Pero el golpe más espectacular no fue potencia, fue pura habilidad. Intentó una contradejada el español que le salió larga. Llegó el estadounidense y conectó otro tiro cruzado corto. Carlos estaba recuperando el sitio, pero logró frenar y volver, ya con mucha desventaja, pero suficiente para estirarse y meter un muñecazo de cine, casi de espaldas, sin mirar , para conseguir mandar la bola cruzada, en lugar de paralela, que parecía el único sitio posible al que dirigirla.
Alcaraz está posiblemente en