El CD Badajoz respiró aliviado este domingo en el Municipal de Villafranca de los Barros. No porque la situación en la tabla haya dado un giro espectacular -siguen con 0 puntos-, sino porque al fin han dejado de deberle a la Tercera Federación esa “hipoteca” de -3 que arrastraban desde el inicio de la temporada. Y lo hicieron con oficio, con un marcador claro (0-2) y, sobre todo, con la sensación de que la maquinaria blanquinegra empieza a carburar.
El guion arrancó pronto, con la fortuna haciendo de aliada: apenas corría el minuto 8 cuando un zaguero local, quizá con exceso de generosidad, introdujo el balón en su propia portería para adelantar al Badajoz. Un regalo que sirvió para tranquilizar a los de Juan Marrero, quienes necesitaban más que nunca empezar con buen pie.
El segundo tan