Cuanto más lejos, mejor. Cuanto más altitud, mejor. Cuanto más vegetación alrededor, mejor. ¿Por qué? Porque era 1945 cuando empezaron las excavaciones para levantar el sanatorio Royo Villanova de Zaragoza . Porque eran tiempos de posguerra y también de una enfermedad cruel en aquella época: la tuberculosis . No nació el centro de la margen izquierda para dar la atención sanitaria de hoy en día, sino que lo hizo con un único fin: tratar a la población que, fruto de las carencias nutritivas de entonces, de las penurias y de la escasez de recursos, sufría procesos respiratorios y pulmonares. De hecho, el Royo Villanova, popularmente conocido como El Cascajo por la cantidad de fragmentos de piedras extendidos por la zona, tardó nueve años en construirse porque, al mismo tiempo, en el pa

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