La hazaña de Carlos Soria al convertirse a sus 86 años en el alpinista de más edad en lograr un ochomil sigue dando la vuelta al mundo. Llegó exhausto y en el descenso necesitó un helicóptero para bajar al campo base. Pero consiguió lo que parecía imposible. Y ya es leyenda del alpinismo mundial.
El sueño se hizo realidad, pero Soria hizo un auténtico ejercicio de resistencia para llegar a la cima del Manaslu (8.163 metros). Lo peor fue el descenso.
"Fue tremendamente duro y extenuante. En el tramo más técnico y vertical, entre el campo IV y campo III, me golpeé varias veces las piernas -castigadas por sus fracturas de tibia y peroné, en el Dhaulagiri y su prótesis de rodilla-", lo que convirtió el resto de la bajada al campo III en una auténtica prueba de "sacrificio y resist