El Granada CF llega a El Alcoraz inmerso en una situación límite. Colista de Segunda División con tan solo dos puntos en seis jornadas, el conjunto rojiblanco encara el duelo ante la SD Huesca necesitado de un golpe de efecto que cambie el rumbo de un arranque de temporada muy por debajo de lo esperado.

Cuatro derrotas y dos empates, sin conocer aún la victoria, dibujan un balance alarmante marcado por la irregularidad en el juego, la falta de pegada y las dudas defensivas. Con la presión creciendo, los nazaríes afrontan la cita con la urgencia de empezar a reaccionar y que la distancia con sus rivales no se haga todavía más grande.

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