«Tuvimos un gran inicio. Estuvimos muy bien sin balón, ajustamos muchísimo sus situaciones, que van cambiando constantemente. Ellos modificaron, nos empezaron a hundir, nos faltaron piernas », explicó Antonio Hidalgo tras una contienda que deja, como explicó Diego Villares, en el postpartido, un sabor «agridulce» tras salvar un punto en la trinchera armera. En un partido que fue, durante 45 minutos, lo planeado por el técnico blanquiazul, pero que se tornó en una oscura tarde de resistencia en la que el equipo coruñés terminó por ceder dos puntos. Tras el bombardeo eibarrés, que registró 19 disparos en los segundos 45 minutos, hubo un desfallecimiento de la presión que acabó por condenar al Deportivo .

Momentos de dominio

Ipurua asistió a dos tiempos muy distintos. Tanto fue así que

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