En los mapas oficiales de la aviación mundial, pocos nombres colombianos aparecen antes de los grandes pioneros europeos y estadounidenses. Pero en Gualmatán, Nariño, hubo un hombre que soñó con elevarse de otra forma: Julio César Benavides Chamorro . Un campesino pastuso, también autodidacta, poeta, inventor, y en muchas versiones, visionario, concibió lo que llamó “el aeromóvil”, un aparato para volar verticalmente, mucho antes de que los helicópteros fueran comunes en la historia escrita.

Julio César Benavides Chamorro vino al mundo un 20 de septiembre de 1892 en la vereda Cuatis, municipio de Gualmatán, Nariño. Era hijo de campesinos y, como muchos de su generación, creció entre los surcos de la tierra. Pero desde niño mostró algo distinto: una obsesión por los pájaros, sus alas y l

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