Una vez más, el sector Llanos de la Candelaria se convierte en escenario de fiestas clandestinas que tienen a los vecinos de los callejones Pedro de Valdivia, El Inca, José joaquín Vallejo y Pedro León Gallo completamente agotados. La música a todo volumen, los ruidos hasta la madrugada y el desfile de vehículos han transformado sus noches en una verdadera pesadilla.
Las celebraciones ilegales, que se instalan en el sector donde actualmente se construyen viviendas sociales, comienzan los jueves y se extienden hasta el domingo. “Ya no se puede dormir tranquilo. La música se escucha a más de un kilómetro, y los gritos y motores no paran hasta que amanece”, comenta un vecino que prefiere mantener el anonimato por temor a represalias.
El nivel de desesperación ha llegado a tal punto que los