“La Ryder Cup es la mejor competición del mundo, es todo lo que he querido jugar siempre”, clamaba entre lágrimas Shane Lowry, apenas unos instantes después de embocar para birdie en el 18 y asegurar que el trofeo se lo iba quedar Europa dos años más –Hatton rubricaría el triunfo poco después–. El irlandés siempre habla desde el corazón y no ha olvidado lo que sucedió en Whistling Straits, donde también acabó llorando pero por motivos bien distintos. En 2021, Europa sufría la mayor paliza de la era moderna de la Ryder Cup a orillas del lago Michigan. El equipo que capitaneó Padraig Harrington cayó por 19-9. Aquella derrota dejó una profunda herida en jóvenes jugadores como Rahm, Hatton, Fleetwood, Hovland o el mismo Lowry, que debutaba. Fue un aprendizaje del que todos sacaron lo mejor. Ho
Desde Irlanda con amor: Shane Lowry brinda la Ryder Cup a Europa

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