La industria aeroespacial de China inició una ambiciosa transformación en sus métodos de producción que permitirá fabricar cohetes y satélites con la eficiencia de una línea de montaje automotriz. La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC) , principal contratista espacial del país, implementa el sistema de "atracción del ensamblaje final", un modelo que invierte la lógica tradicional de manufactura espacial. Este cambio responde a la necesidad de producir miles de satélites para las megaconstelaciones Guowang, Qianfan y Hongtu-3, proyectos que requieren capacidad de producción masiva.
Wang Guoqing, director de información de CASC y experto en fabricación espacial, describe esta transición como "una transformación sistémica y disruptiva de los modelos de fab