
NUEVA YORK (AP) — Una hora antes de su último juego como manager interino de los Orioles, Tony Mansolino sonaba como si no supiera si permanecerá con Baltimore el próximo año.
"Espero llevar un uniforme de los Orioles en el futuro de una forma u otra, pero también entiendo que es muy probable que tenga que encontrar un trabajo aquí en los próximos días y buscar alrededor, así que es parte del negocio", expresó.
Mansolino cumplió 43 años el domingo cuando los Orioles terminaron su temporada contra los Yankees de Nueva York. Contratado como entrenador de tercera base para el equipo del manager Brandon Hyde antes de la temporada 2021, Mansolino asumió como interino cuando su jefe fue despedido el 17 de mayo tras un inicio de 15-28.
Baltimore entró en su último partido con un récord de 75-86, con un desempeño de 60-58 bajo Mansolino y asegurado por primera vez desde 2021 el sótano de la división Este de la Liga Americana.
"Definitivamente hay una extraña sensación de asuntos pendientes en muchos sentidos porque nuestro destino es ir a casa", manifestó. "Es un poco triste, es como la palabra correcta, que estemos en este punto".
Mansolino jugó en las ligas menores de 2005 a 2010 antes de dedicarse a entrenar. Dirigió en las menores antes de ascender a Cleveland como entrenador de tercera base en 2020.
Su padre, Doug, fue entrenador con los Medias Blancas de Chicago, Milwaukee, Detroit y Houston de 1992 a 2007.
"Estoy seguro de la oportunidad de quedarme aquí de una forma u otra", comentó. "Creo que ha ido realmente bien, pero entiendo cómo es este negocio. Nunca debes poner el carro delante del caballo. No hay posibilidad de que puedas hacer eso como entrenador. Probablemente estoy un poco más marcado que la mayoría de los entrenadores porque crecí y vi la carrera de mi padre".
El roster de Baltimore tuvo un cambio masivo en la fecha límite de cambios, cuando los Orioles negociaron a los lanzadores derechos Bryan Baker, Seranthony Domínguez, Andrew Kittredge y Charlie Morton; al lanzador zurdo Gregory Soto; al primera base Ryan O’Hearn; a los jardineros Ramón Laureano y Cedric Mullins; y al utility Ramón Urías.
"Aún tenemos muchas lesiones. Intercambiamos a la mitad del equipo hace dos meses, jugamos un calendario tan difícil. Estoy feliz — no creo que satisfecho sea la palabra correcta en muchos sentidos", dijo Mansolino. "Es difícil estar satisfecho. Todavía se siente como un fracaso, en lo más profundo, sabiendo que los Yankees van a jugar aquí en la postemporada, y nosotros no. Sabiendo que Boston va a jugar y nosotros no. Toronto, un equipo al que vencimos el año pasado, van a jugar y nosotros no. Así que te sientes como un fracaso en muchos sentidos".
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