El último exabrupto del separatismo catalán contra Andalucía no merecería otra respuesta que el desprecio del silencio. Nada que venga de una personalidad política de categoría tan ínfima como es Jordi Turull y de un partido como Junts, dirigido por delincuentes condenados y que practica el chantaje parlamentario como única estrategia, merecería una mínima atención. Además, el argumento pueril y estúpido de que los andaluces viven gracias al dinero de los catalanes es tan maniqueo como simplista, a pesar de una reiteración en su formulación que tiene ya varias décadas, e insulta a la inteligencia. Las medidas fiscales que ha anunciado el presidente de la Junta, como las deducciones por gastos de mascotas y gimnasios, pueden ser cuestionadas desde muchos puntos de vista, aunque desde el que
Exabrupto separatista

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