En las audiencias realizadas hasta el miércoles 24 de este mes por la Comisión Presidencial de la Reforma Electoral dos características llaman mi atención: el escaso interés del pueblo y el formato que podemos llamar “Torre de Babel”.
Según los reportes de audiencias, visibles en la transmisión por YouTube, el promedio de personas conectadas, por sesión, ha sido de entre 90 a 120, aunque hay registro de menos de 30. Además de los ponentes y los organizadores, en las transmisiones es posible escuchar aplausos, sin que se sepa quienes son los que aplauden.
En cada audiencia los ponentes cuentan con 5 minutos para exponer lo que libremente decidan, conforme su leal saber y entender. Por ese formato, los temas y propuestas se presentan sin orden ni concierto, salvo el que impone el avance de