En su vida hubo un antes y un después que lo cambió todo. Absolutamente todo. Dueña de un talento inigualable y de un rostro al que las cámaras, simplemente, amaban, Alicia Bruzzo había logrado convertirse en una de las grandes estrellas de la actuación nacional . Sin embargo, una intoxicación con propóleos la puso en jaque. Y pasó sus últimos quince años en este mundo luchando contra el sobrepeso y los problemas de salud, hasta que partió cuando todavía tenía mucho para hacer y para dar.
Nació en la madrugada del 29 de septiembre de 1945 en Parque Patricios, más precisamente, en el ascensor de la maternidad Sardá. Ella contaba divertida que la había tenido que “atajar” una enfermera. Y es que a su madre le habían dicho que todavía faltaban 20 días para el parto por lo que, pese a sus