
Un exsacerdote católico fue arrestado en EE.UU. bajo acusaciones de haber violado y secuestrado hace dos décadas a un feligrés menor de edad de una iglesia de la ciudad de Nueva Orleans.
Mark Francis Ford, que abandonó su vida clerical para ocupar puestos en las administraciones de dos exgobernadores del estado Luisiana, fue detenido el pasado jueves en Indiana, informa New York Post.
El sospechoso, de 64 años, enfrenta cargos de violación en primer grado , secuestro en segundo grado, agresión sexual y comportamiento indecente con un menor. Podría enfrentar cadena perpetua si es declarado culpable únicamente del cargo de violación.
Acusaciones contra Ford
Un hombre no identificado, de 31 años, alegó que Ford comenzó a abusar de él en 2004, cuando tenía tan solo 10 años , tras conocer al sacerdote vicentino a través de un programa que dirigía para niños con discapacidad. Eso continuó hasta alrededor de 2022 o 2023, mucho después de que el clérigo hubiera dejado el sacerdocio para trabajar en el gobierno regional, añadió el varón, que está bajo la tutela permanente de su madre.
La presunta víctima padece una enfermedad degenerativa de la médula espinal que ocasionalmente le obliga a depender de una silla de ruedas para desplazarse. Además, se encuentra dentro del espectro autista y legalmente se le considera menor de edad, independientemente de su edad, según declaró a The Guardian su abogada, Kristi Schubert.
Durante los 16 años que se dedicó al sacerdocio católico, Ford trabajó con reservas indígenas en Arizona y, más tarde, con dos iglesias en Nueva Orleans , de acuerdo con datos en línea. En 2006 obtuvo el puesto de subdirector de asuntos de discapacidad del gobierno de Luisiana y, posteriormente, fue nombrado director de la Oficina de Asuntos Indígenas del estado. Recientemente se desempeñó como director de participación comunitaria para comunidades indígenas y tribales en la organización sin fines de lucro Feeding America.
En los últimos años, la Iglesia católica en Nueva Orleans se vio sacudida por un escándalo que la llevó a la quiebra luego de que una investigación por abuso sexual descubrió que la archidiócesis de la ciudad pudo haber trabajado para proteger a una serie de depredadores en sus filas. A medida que la controversia se intensificaba, la arquidiócesis de la ciudad acordó pagar 230 millones de dólares para llegar a un acuerdo con las víctimas de abuso. El acuerdo aún no ha sido aprobado por los sobrevivientes.