ARLINGTON, Texas — No es común que un partido de la NFL termine en empate. Mucho menos lo es quedarse frente a la pantalla en blanco durante 20 minutos sin saber cómo empezar a escribir sobre ello. Pero este juego entre Cowboys y Packers, que culminó 40-40 en tiempo extra, rompió varios esquemas, incluso el del propio análisis.
Desde que se abrieron las puertas del AT&T Stadium, el ambiente ya era diferente. La mezcla casi perfecta de aficionados de ambos equipos generó un ruido constante, pero indefinible. Aplausos y abucheos se mezclaban indistintamente, ya fuera al salir los Cowboys al campo o al mostrar a Micah Parsons en la pantalla gigante. En la prórroga, incluso se escuchó el cántico "Go Pack Go!" por momentos, solo para ser opacado por los seguidores locales.
Pero lo más llamat