Para muchas personas acostarse bajo las sábanas representa descanso y segurida d. Sin embargo, la ciencia revela un escenario distinto: la cama funciona como un ecosistema microscópico donde conviven ácaros, bacterias y hongos . Cuando una mascota se incorpora al colchón, ese universo invisible se multiplica.
Un análisis microbiológico hecho en Colombia reveló lo que realmente habita en este espacio íntimo. De acuerdo con el estudio, los microorganismos encontrados en la ropa de cama provienen del contacto con la microbiota de la piel, pero también dependen de hábitos como compartir la cama con animales o subir los pies con medias o zapatos.
El zoológico bajo las sábanas
Cada noche, el cuerpo humano libera millones de células de piel muerta, alimento ideal para los ácaros del