El dólar llegó a superar los $1500 en septiembre, obligó al Banco Central y al Tesoro a vender divisas para frenar la suba y el Gobierno tomó medidas para aumentarla oferta . A pesar de los esfuerzos, la cotización minorista cerró el mes con un alza de $40 de punta a punta, que llevó el precio a los $1400 .
La incertidumbre sobre la acumulación de reservas , los pagos de deuda de 2026 y el resultado de las elecciones de medio término afectaron el humor inversor y generaron una creciente demanda de dólares en el mes que acaba de terminar.
Las proyecciones de modificaciones en el esquema cambiario después de las elecciones del 26 de octubre son generalizadas. Y esa expectativa, con las dudas que genera sobre cuál será el próximo marco regulatorio, aumentan la volatilidad