En el E-Town de Beijing, un perro robot se acerca a darle la pata a los visitantes cuando lo miran a los ojos y un gato robot mueve la cola cuando comienzan a hablarle. Un humanoide los desafía a jugar unos tiros libros en un aro de básquet, mientras otro se perfila para meter un gol en una cancha de fútbol. Todos estos dispositivos interactúan con seres humanos en un distrito de innovación y alta tecnología de China, donde funciona el primer centro comercial que pone a la venta a los robots más avanzados del mundo.

Con una superficie de 4.000 metros cuadrados distribuidos en cuatro pisos, Robot Mall ofrece a sus visitantes no solo una experiencia lúdica con dispositivos de última generación, sino presenciar cómo se desenvuelven en tareas de la vida cotidiana. Desde actividades deportivas

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