**Cierre del Gobierno de EE.UU.: ¿Qué implica y por qué ocurre?**
El Gobierno federal de Estados Unidos cerró a medianoche del 30 de septiembre de 2025, tras el fracaso del Congreso en alcanzar un acuerdo sobre el financiamiento. Este cierre, el primero desde 2019, se produce en un contexto de desacuerdo entre republicanos y demócratas sobre el aumento de subsidios de Obamacare. La falta de consenso ha llevado a una situación de incertidumbre, ya que no se sabe cuánto tiempo durará esta paralización.
Un cierre del Gobierno ocurre cuando el Congreso no aprueba las leyes de gasto necesarias para financiar las agencias federales. Esto obliga a suspender parte de las operaciones gubernamentales hasta que se logre un acuerdo. La Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca ha instruido a las agencias a preparar planes para despidos masivos, lo que afectará directamente a cientos de miles de empleados públicos.
En cierres anteriores, muchos empleados fueron enviados a casa sin paga, un proceso conocido como "furlough", mientras que otros continuaron trabajando sin recibir salario. Cada dependencia federal debe tener planes de contingencia que especifiquen qué servicios se mantienen y cuáles se suspenden. Estos planes son publicados en el sitio de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca.
El impacto de un cierre se extiende más allá de los empleados federales. Durante el cierre de 2018-2019, por ejemplo, el control aéreo se vio afectado, lo que provocó retrasos en aeropuertos. La falta de acuerdo en el Congreso se ha convertido en un fenómeno recurrente, ya que el presupuesto federal debe aprobarse cada año. Desde 1976, se han registrado 20 interrupciones de financiamiento, con solo cuatro cierres “reales” que duraron más de un día laboral.
El diseño institucional de EE.UU. obliga a estas negociaciones, y las diferencias partidistas suelen impedir consensos rápidos. Aunque los temas que generan bloqueos cambian, la dinámica es la misma: si no hay acuerdo, el Gobierno no puede gastar y debe detener parte de sus funciones. En este contexto, el presidente Donald Trump ha culpado a los demócratas por la situación actual, afirmando que "ellos van a cerrarlo (el gobierno), no nosotros".
Las parálisis por falta de presupuesto son muy impopulares en EE.UU., especialmente con las elecciones de medio término programadas para noviembre de 2026. Los republicanos buscan mantener su control en ambas cámaras, mientras que los demócratas intentan recuperar terreno tras las pérdidas en las elecciones de 2024. La situación actual refleja la complejidad del proceso legislativo y la dificultad de alcanzar acuerdos en un ambiente político polarizado.