En su primera colección femenina, el diseñador irlandés lleva a su terreno algunos de los hitos de la firma emblema del lujo francés
No hay mucho más que contar del New Look que Christian Dior lanzó en 1947, aunque quizá sea pertinente señalar que aquel traje de cintura estrecha y metros de tela devolvió a París su posición como garante de la elegancia y el buen gusto. Desde entonces, por la firma han pasado creativos muy dispares en lo que identidad creativa se refiere (Marc Bohan, Gianfranco Ferré, John Galliano, Raf Simons...) y aun así su nombre se ha mantenido como el gran emblema francés. Dior dicta de alguna forma lo que es el buen gusto, al menos en términos sociológicos: el gusto legítimo, el institucional, el que la élite consagra como universal.
Dior primavera-verano 2026