Lejos, muy lejos de la política, el expresidente del PP, Pablo Casado está rentabilizando el negocio de la Defensa al calor del contexto geopolítico más tenso vivido desde la Guerra Fría. Casado, como fundador del fondo de inversión Hyperion, quiere más, pretende embarcarse en su segundo proyecto para recaudar otros 500 millones de euros para invertir en tecnología militar e inteligencia artificial para la defensa, pero no en armamento porque Casado con su proyecto se comprometió ante la CNMV a "no invertir, ni directa ni indirectamente, en empresas cuya actividad esté relacionada con la producción y venta de armas, munición y equipamiento letal".

Como escaparate, ante sus inversores, el expresidente del PP ha recurrido a un peso pesado. Nada menos que Anders Fogh Rasmussen, ex secretario

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