La crisis alimentaria en Venezuela ha alcanzado niveles alarmantes, con el 70% de los hogares enfrentando serias dificultades para acceder a alimentos nutritivos.
Este escenario crítico ha obligado a millones de familias a adoptar dietas deficientes, comprometiendo su salud y calidad de vida.
En medio de esta situación, organizaciones como el Banco de Alimentos Alimentar Venezuela han asumido un papel crucial en el apoyo a la población más vulnerable.
Su labor cobra aún más relevancia tras el recorte de apoyo internacional por parte de la FAO, dejando a los venezolanos en una posición de mayor desprotección.
El primer Banco de Alimentos en Venezuela tiene apenas nueve meses de funcionamiento, un periodo significativamente menor en comparación con instituciones similares en otros países