De residencia en Quilmes pero lanusense de raza, Federico Monzón no se planteó desde un primer momento convertirse en escritor. Por un tiempo probó suerte en la carrera de periodismo, pero la dejó inconclusa y enfocó su esfuerzo en otro trabajo que poco tenía que ver con la escritura. Sin embargo, con la irrupción de la pandemia, todo en su vida cambió .
"Mi trabajo dejó de ser considerado esencial y, de la noche a la mañana, me encontré con mucho tiempo libre, demasiado para mi gusto", afirma al recordar el momento en que, cinco años atrás, miró con otros ojos su computadora con una hoja de Word en blanco.
"Todo nació con una oración sencilla que escribí sobre un zombi corriendo detrás de una chica. Luego la borré y la volví a escribir, agregando detalles. Así se convirtió en una h